
El mantenimiento locativo es el conjunto de actividades destinadas a conservar en buen estado las instalaciones físicas de un inmueble, como paredes, techos, pisos, puertas, ventanas, sistemas eléctricos, hidráulicos y sanitarios. Este tipo de mantenimiento se enfoca en reparaciones menores, ajustes, pintura, limpieza especializada y sustitución de elementos desgastados, sin intervenir la estructura principal del edificio. Su objetivo es asegurar la funcionalidad, seguridad y estética de los espacios, prolongando la vida útil de los activos y previniendo daños mayores. Es común en oficinas, instituciones educativas, centros comerciales, edificios residenciales y públicos.